Estalla y ves el grito en la pared. Es como si se rompiera
en mil pedazos.
Pero es un grito.
Y se desparrama.
Lo creo, lo genero, lo gesto, lo estimulo, pero cuando trato de
callarlo, explota, toma vuelo, y ya no es mío, no solo, es tuyo también, creció
en mí con tu genética. Y un grito que tiene tu cara no puede ser mío solo.
Pero los demás no le ven la cara.
Casi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario