El
frío tiene siempre el mismo gusto. El hielo, la nieve, una cuchara helada. Una lata de coca bien
fría, el telgopor que se queda pegado al helado, hasta la
lluvia. Lo único que estando frío no tiene ese gusto amargo a metal, son los labios. No
importa qué tan fría sea la noche, los labios siempre saben bien.
martes, 30 de octubre de 2012
sábado, 27 de octubre de 2012
INSOMNIO
Caminé unas veinte, tal vez treinta cuadras. Son las doce de
la noche, a veces es la mejor hora para pensar. La calle está oscura y
silenciosa, casi no hay gente. Pasan algunos autos, me desconcentran un poco,
sus ventanas cerradas me recuerdan el frío que hace, y yo en mi short de dormir,
y un sweater de hilo. Mi imagen es tan absurda como tu presencia.
Tengo ganas de gritarte en el medio de la calle, aunque no
estés, y seas la única persona que no escuche. Es que nunca escuchás, y
cuando llego al límite, parece que estoy loca, estallo por una estupidez. Es
que un edificio con cimientos flojos no necesita estar en un epicentro de 8
puntos Richter para perder la estabilidad.
Unknown caller. Sé que sos vos aunque bloquees tu número,
quién más me va a estar llamando a las doce y cuarto, cuando sabés que estoy
caminando sola por esta ciudad en la que nos movemos con tanta precaución, sin
atenderte, sin un peso encima, y casi sin batería. No me importó nada cuando
salí de tu casa, regalale todas mis cosas a tu vieja, no me importa. Yo hoy quiero
llegar a cualquier lado que esté lejos de mi mente.
martes, 16 de octubre de 2012
él
Si tuviese un impulso de desobediencia
tal vez encontraría en el anonimato
su refugio una carta que no se escribió.
Quizás el poeta se quedó sin manos
pero no sin verso.
yo
Esa botella escucharía cómo la leo
en voz alta y borracha.
Jugando a que sólo por una noche
dos desconocidos pueden ser más.
los dos
Poco importan los nombres
en noches de frío.
Empapadas de ron.
Empapadas de vos.
Con gusto a primera vez.
Si tuviese un impulso de desobediencia
tal vez encontraría en el anonimato
su refugio una carta que no se escribió.
Quizás el poeta se quedó sin manos
pero no sin verso.
yo
Esa botella escucharía cómo la leo
en voz alta y borracha.
Jugando a que sólo por una noche
dos desconocidos pueden ser más.
los dos
Poco importan los nombres
en noches de frío.
Empapadas de ron.
Empapadas de vos.
Con gusto a primera vez.
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