martes, 14 de mayo de 2013

Para escuchar en la ducha

Mi tema preferido para escuchar en la ducha. O debajo de la lluvia sin paraguas, que es muy parecido. O en la cama. 
La primera versión es en vivo, la segunda de estudio... prefiero el solo que está a la mitad, de la versión de estudio, y todo el resto, del vivo.

>Play


Parate debajo del chorro de agua caliente, de frente a la ducha. Buscá una posición cómoda para tu cabeza, un rato mirando hacia arriba, que el agua te moje toda la cara. Que te lave todo lo que te pasó en el día, que fue de esos duros y que no terminan más, y te lleve a un punto cero. Mirá al piso un momento, y poco a poco, andá levantando la vista, con los ojos abiertos, hasta que tu cuello y tu pera formen un ángulo recto. 
Ahora, date vuelta, de espaldas a la ducha. Sonreí. Sonreí relajado mientras el agua caliente recorre tu espalda, mientras las gotas golpean en la cabeza y bajan acariciándote todo el cuerpo. Pasate las manos por la cara, como ocultándote esa sonrisa que se te forma de manera natural ya, esa que yo no guioné. Y reite, sí, reite porque te nace, porque te estoy guiando casi como si te conociera. 

Llevate las ideas a un punto muerto. Relajá todo lo que pasa por tu cerebro. Pensá en nada. Pensá en un lugar, pensá en un viento. Reviví un día de mucho frío, y pasá de sentir ese frío, a percibir a la ducha caliente que te sigue acariciando con el suave golpeteo de sus gotas. Recorré con tu mente cada centímetro del cuerpo, prestale atención a cada dedo, cada músculo, cada articulación, y relajalos.

Antes cerrar el agua, pasala a un punto más tibio. "Más bien" calentita que fría. No está bueno que nos corten el chorro en el momento más caliente. Usá el agua tibia como placebo, como nivelador, de la intensidad del agua caliente, a la insensibilidad de la toalla. Y ya terminó. Ella, la mejor amante. La ducha, que hasta las últimas gotas, te abrazó en su calidez y te relajó en su beso mojado.

Ya te podés acostar.




No hay comentarios:

Publicar un comentario